Este tipo de enfermedades y trastornos afectan con mayor frecuencia a personas de bajo nivel socioeconómico, probablemente por la falta de visitas regulares con especialistas de la salud dental.
Aunque nuestra higiene bucal sea perfecta, si aparece un dolor dental que no cesa lo más adecuado es siempre visitar a un profesional especializado que nos pueda orientar correctamente en cuanto al tratamiento correcto de la enfermedad se refiere.
Las afecciones dentales como el dolor de muelas pueden ser problemas debilitantes que impiden a las personas desempeñar sus labores diarias, derivando en un cierto impacto social y económico.
En este artículo hablaremos de qué puedes hacer para combatir el dolor de muelas antes de visitar al dentista y qué deberías evitar. Te lo ilustramos mediante diferentes remedios caseros, de los cuales explicaremos sus funciones y posibles contraindicaciones.
¿Qué causa el dolor dental?
La boca humana adulta media cuenta con 32 dientes permanentes, sin contar las muelas del juicio. Lejos de ser sencillas piezas de hueso, nuestros dientes son estructuras complejas con varias partes diferenciadas que cumplen diferentes funciones:
- Esmalte, el durísimo recubrimiento de hidroxiapatita de alta pureza que envuelve a los dientes
- Dentina, la capa de material duro bajo el esmalte, llena de tubos microscópicos.
- Pulpa Dental, donde se sitúan los nervios y vasos sanguíneos del diente
- Cemento dental, que une a las raíces dentales con las encías y la mandíbula.
- Ligamento periodontal, que ayuda a mantener el diente unido a la mandíbula.
El daño que le pueda ocurrir al esmalte, ya sea por enfermedades dentales como las caries o traumatismos que hayan expuesto el interior del diente, puede causar molestias. Esto es porque sin el esmalte protector, nuestros dientes son más sensibles a cambios de presión y/o temperatura.
El mantenimiento de la salud bucodental evita problemas de dientes y encías, que serán los principales causantes de molestias dentales. Para ello, debemos seguir unas prácticas higiénicas correctas que incluyen las revisiones anuales por parte de un dentista.
Remedios caseros contra el dolor de muelas
Dentro de los remedios caseros encontramos algunos que efectivamente funcionan, pero otros que no deberías probar, ya sea por su ineficacia o su peligrosidad.
En este artículo comentaremos cuáles funcionan y cuáles es mejor evitar.
1. Enjuagues con agua salada
Los enjuagues con una solución de cloruro sódico (NaCl, la típica sal de mesa) ayuda a mejorar la salud de las encías y también acelera el proceso de curación natural de las úlceras bucales. Recientes estudios científicos corroboraron estos efectos positivos de este tipo de prácticas sobre la salud bucal, que tienen su origen como remedio tradicional para el dolor de muelas.
Para realizarlo, debemos mezclar aproximadamente unos 10 gramos de sal en 1L de agua tibia y enjuagarnos con la mezcla. Si nos excedemos con la cantidad de sal, los efectos positivos del enjuague se verán reducidos.
2. Enjuagues con agua oxigenada
El uso del agua oxigenada para el mantenimiento de la salud bucal es controvertido. Su alta capacidad oxidante puede causarnos problemas si la consumimos por error. Aun así, su efectividad para disminuir ligeras infecciones bucales está comprobada por la ciencia.
Está recomendado especialmente para dolores de encías que puedan estar causados por la inflamación de estas, ya el enjuagado con agua oxigenada es capaz de disminuir visiblemente los efectos de la inflamación gingival.
3. Medicación antiinflamatoria
En caso de dolor e inflamación, siempre podemos acudir a los fármacos antiinflamatorios de venta libre, como el paracetamol o el ibuprofeno. Esta medicación debe tomarse de acuerdo con las indicaciones del prospecto e ir con cuidado acerca de sus contraindicaciones.